Gira el colchón regularmente – Para evitar que se hunda o desgaste de forma desigual, gira el colchón (sin darle la vuelta). Hazlo cada dos semanas durante los primeros 6 meses, y luego cada 3 meses.
Usa un protector de colchón – Un buen protector mantiene el colchón limpio por más tiempo, funcionando como barrera contra el sudor, ácaros y otras sustancias.
Déjalo respirar – Ventila la cama durante al menos 30 minutos cada mañana — idealmente con la ventana abierta — para liberar la humedad y refrescar el colchón.
Exposición a la luz natural – Cada dos semanas, quita la ropa de cama y deja que el colchón tome un poco de sol durante algunas horas. Es una de las formas más naturales y efectivas de mantener la higiene.
Distribuye bien el peso – Evita colocar objetos pesados o dormir siempre en el mismo lugar. Esto ayuda a preservar la estructura interna.
Limpieza profesional – Considera hacer una limpieza profunda profesional una vez al año para mantener la higiene y el rendimiento a largo plazo.